La sobrecarga cognitiva y cómo afecta el cerebro

Contrario a la creencia de la multitarea, el cerebro humano tiene un límite de procesamiento de la información y es necesario que, para que este pueda procesar toda esa información se tenga una estructura que le facilite la tarea, en caso de que no la tenga es probable que este se sobrecargue. 

Pero cuando se habla de la carga cognitiva es fundamental conocer sobre la Ley de Miller, la cual, destaca que una persona puede mantener 7±2 elementos en su memoria de trabajo. El cerebro humano trabaja con dos tipos distintos de memoria, a largo y corto plazo: 

• La primera, es la que nos permite mantener la información estructurada por un periodo indefinido, esto no es solo retenerla sino también entenderla y procesarla. 
• En el segundo caso, la capacidad es más limitada y permite al cerebro integrar la información acontecida en un periodo corto de tiempo y asociarla con información de la memoria de largo plazo, pero además nos permite mantener de forma temporal información mientras realizamos otras actividades. 

Si el cerebro llega a estar expuesto de manera prolongada a la sobre carga cognitiva el individuo podría llegar a tener estrés crónico con graves consecuencias para el funcionamiento cerebral, esto además puede alterar la efectividad y conectividad de la función cognitiva, debido a una reducción del número de neuronas y un mayor número de oligodendrocitos, que provoca una afectación en el proceso de intercambio de información y al tiempo de transmisión de información. 

También es conocido que cuando se produce una situación desagradable en un cerebro sobrecargado, este reacciona a la defensiva aumentando sus reacciones y le cuesta más tiempo volver a un estado de tranquilidad por la menor respuesta de su corteza prefrontal. 

¿Cuál es el rol del diseñador en este campo? 

Como diseñadores es importante reducir las interferencias que pueda tener el usuario para realizar las distintas actividades o acciones de la interfaz, pero además de ello, es importante facilitar el proceso de aprendizaje de los usuarios, tomando en consideración los distintos niveles de experiencia y adaptación que estos tienen.  

Un factor importante es reducir los problemas en problemas más pequeños, tener apoyo de canales visuales y auditivos, siempre procurando que los elementos visuales no sean disruptivos. 

Y procurando mantener la regla de un objetivo principal y que sea intuitiva la finalidad de la pantalla en la se encuentra, tratando de eliminar todo el ruido o interrupciones que puedan distraerlo.